Siempre he sido muy fan de los posts de inspiración, de la forma con la que alguien recomienda algo que le gusta desde el cariño más absoluto y sin esperar nada a cambio.
Son muchos y muy variados los blogs, webs y personas que nos han inspirado en nuestro proyecto ‘amateur’ de ‘Ciclos Riera’ y creo que muchos de ellos merecerían que les hiciémos un pequeño gran homenaje. Pero, con sinceridad, no sería nadie si no dedicara mi primer post de inspiración a la persona más creativa (y asertiva) que conozco: la Yaya Encarna.
La Yaya Encarna, mi abuela, siempre ha hecho ‘labores’. En invierno y en verano, lloviese o hiciera un viento huracanado (en Terrassa la climatología extrema es algo digno de estudio), un poco enferma o más sana que una manzana… Bajo cualquier circunstancia ella siempre ha tenido tiempo para tejer, coser, el punto de cruz o el ganchillo, y escudándose en el lema ‘soy como el sastre del Campillo, que cose de balde y pone el hilo‘, nunca le ha dado pereza pasarse horas y horas con sus manteles, jerseys (el del mapache, en la foto superior, es el mejor regalo que jamás me hayan hecho), vestidos y tapetes. Y no porque le gustara especialmente sino porque (como ella afirma): ‘es lo que aprendí en el pueblo, no sé hacer otra cosa’. Pero es que… ¡Menudas ‘cosas’ sabe hacer! ¡Si es la Chagall del tricot!
Por si hay algún incrédulo delante de la pantalla, he aquí algunas de sus obras de arte:
Y he aquí la propia artista: la Yaya Encarna el día de su cumpleaños. Cumplía 87 y no quería pastel (ella es muy suya y como buena artista si se enfada tiene frases más duras que el pan para conejos… De hecho, podéis ojear el greatests hits de sus comentarios ‘especial Navidad’ para ver que lo que digo es cierto).
En fin, hace unos meses, la Yaya Encarna y una servidora, decidimos crear un proyecto dirigido a todos aquellos amigos que no tuvieran una abuela que les tejiera una bufanda. La Yaya Encarna les hacía una ‘encarnita’ (así es como decidimos llamar a las bufandas tricotadas por semejante maestra) de un color flamante y a cambio ellos le enviaban una postal (creo que ella echaba de menos que la escribieran, cual coronel de un ‘título’ de Gabriel García Márquez). Repartimos unas siete y fue un total éxito (aunque hubiera un momento en el que mi abuela se declarara en huelga tricotadora).
Os muestro tres de las que entregamos y un mantelín que me hizo porque sí :
¿Bonitas, no? A mí es que ella me tiene robado el corazón.
En todo caso, para su próxima obra le he pedido que me haga el jersey con patrón de ovejas que llevaba Lady Di en los 80. Ya os mostraré cómo es en cuanto lo tenga, aunque seguro que a mí me va a encantar. Y como compartir es vivir (y también como premio por haber leído este ‘eternal’ post larguísimo) aquí os adjunto el enlace al patrón del incunable jersey que encontré en la web del portal de labores.
¡Gracias por leernos, pronto volveremos con más objetos vintage preciosos y baratos!
Ciclos Riera (Barcelona) 
Me ha encantado! Mi abuela también se llamaba Encarna 🙂
Jajajaja
¡Qué casualidad!
Deberíamos hacer un grupo de fans en facebook de ‘abuelas llamadas encarna’ 🙂 ¡Cosas más raras han tenido éxto!
La mía es medio solete medio hija de Satán, pero yo soy su fan más absoluta 🙂
Por cierto, gracias por el comentario, Eva.
La verdad es que era un post más largo que una travesía por el desierto y me hace mucha ilusión que lo hayas leído 🙂
¡Qué artistaza la yaya!, y sin darse importancia.
Es una ‘fuerta’. Cambiar postales por bufandas… ¡Ella sí que es hipster solidaria y no Macaco (aunque Macaco tampoco es muy hipster que digamos)!
Gracias por el comentario, se lo haré llegar (y probablemente me mande a freír espárragos pero eso ya será otra historia) 😉
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